Principales Cannabinoides en el uso médico:
Tetrahidrocannabinol (THC):
Alivio del dolor: El THC es conocido por sus propiedades analgésicas y se utiliza para tratar el dolor crónico en pacientes con enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple y la fibromialgia.
Control de náuseas y vómitos: El THC puede ayudar a reducir los síntomas de náuseas y vómitos, lo que lo hace útil en el tratamiento de pacientes que se someten a quimioterapia o radioterapia.
Estimulación del apetito: El THC puede estimular el apetito en pacientes que sufren de anorexia, caquexia o pérdida de peso debido a enfermedades crónicas.
Reducción de la inflamación: El THC tiene propiedades antiinflamatorias y puede ser útil en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis.
Reducción de la presión intraocular: El THC puede reducir la presión intraocular en pacientes con glaucoma, lo que ayuda a prevenir el daño en el nervio óptico.
Cannabidiol (CBD):
Alivio del dolor: El CBD puede ayudar a reducir el dolor crónico en pacientes con afecciones como la artritis y la esclerosis múltiple.
Reducción de la inflamación: El CBD tiene propiedades antiinflamatorias y puede ser útil en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas como la enfermedad inflamatoria intestinal y la artritis.
Control de la ansiedad y la depresión: El CBD puede ayudar a reducir la ansiedad y la depresión en algunos pacientes, lo que lo hace útil en el tratamiento de trastornos de ansiedad y depresión.
Tratamiento de convulsiones: El CBD es efectivo en el tratamiento de convulsiones en pacientes con epilepsia.
Reducción de los síntomas de la esquizofrenia: El CBD puede ayudar a reducir los síntomas psicóticos en pacientes con esquizofrenia.